EL ÁGUILA DE ALA CORTADA Y LA ZORRA

jueves, 12 de mayo de 2016



“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. Romanos 12:19

Cierto día, un hombre capturó a un águila, le cortó sus alas y la soltó en el corral junto con todas sus gallinas. Pasó otro hombre que la vio, le gustó y decidió comprarla. Le arrancó las plumas cortadas y se las hizo crecer de nuevo. Respuesta el águila, alzó vuelo y apresó a una liebre para llevársela en agradecimiento a su liberador.
La vio una zorra y, maliciosamente, le aconsejaba mal diciéndole: “No le lleves la liebre a aquel que te liberó, sino aquel que te capturó; pues el que te liberó ya es bueno sin más estímulo. Procura más bien ablandar al otro, no vaya a atraparte de nuevo y te arranque completamente las alas”.
Siempre es bueno corresponder generosamente a tus bienhechores y por prudencia, mantenerse alejado de los malvados que viven haciendo lo incorrecto. Pero también hay cierto grado de mérito en responder con generosidad aún a aquellos que nos hacen daño.
El Señor Jesús aconsejó devolver bien por mal a aquellos que nos ultrajan y nos aborrecen. También declara la Biblia que la blanda respuesta quita la ira y que al que te hiera en una mejilla debes ponerle la otra..
Puedo percibir tu incomprensión, tal vez disgusto, al oír este razonamiento tan diferente a la lógica del mundo en que vivimos y que más bien nos mueve a la competencia cruel, a la lucha y la venganza. A defenderme y a cuidar mi espacio a cualquier costo.









Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 111 Juan:1

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